El año pasado, Personal sacó una serie de avisos donde apela casi a la negación de algunos grupos sobre diferentes consumos culturales, por ejemplo, el hip hopero copado con un tema de Ricky Martin (antes de salir del closet), el fletero echo uno de los Jonas Brothers, o la mejor de todas... un metalero fan absoluto de Britney Spears.
La idea está muy buena: Cualquiera puede comprar música desde la privacidad de su celular, como si se tratara practicamente de productos íntimos, de esos que daría vergüenza admitir que se comsume. Muy bien identificadas las tribus, metalero, hip hopero, el fletero me parece un tanto descolgado, ya que faltó el rolinga, el folclorista, el electrónico, etc.
Los avisos:
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